La evolución y daños que está causando esta pandemia va a cambiar sin lugar a dudas, de hecho lo está haciendo ya, nuestra forma de entender la seguridad y protección de una forma acelerada.
A pesar de que se advertía con lo que estaba sucediendo en la China (la anulación del Mobile Congress fue la punta del iceberg) y pese a estar en un mundo tan globalizado en el que las informaciones son inmediatas, prevalecieron más las declaraciones de nuestras autoridades y algunos medios en las que se nos insistía que aquí estaba todo controlado, que era menos letal que una gripe, etc…
De hecho, países como EE.UU. o el Reino Unido han tenido que cambiar su discurso al respecto a última hora debido a la magnitud de la tragedia. Suecia por ejemplo, continúa actuando con una normalidad nada comprensible ante las estadísticas exponenciales del Covid-19 a nivel mundial.
No podemos olvidarnos ni mucho menos de la repercusión que puede suponer en los continentes con menos medios (África y/o Asia) donde los efectos pueden ser devastadores también.
Lo que estamos viviendo está suponiendo un gran esfuerzo de repercusiones insospechadas , así como lo que nos espera en los próximos días y va a poner en jaque a todo el sistema. Tiempo habrá para corregir errores del mismo, quizás para que de una vez exijamos responsabilidades en como gestionamos los organismos corporativos que dictaminan las acciones y políticas económicas que se nos marcan.
Sin embargo y para bien de todos, ahora debemos ponernos todos en manos de nuestro sistema sanitario y dotarlo de una forma acelerada de todos los recursos y medios que en los últimos años se le han denegado. Deberemos esperar que la profesionalidad de quien lo forman (médicos, sanitarios, etc…) nos saquen de esta gracias a su profesionalidad. No serán ni los políticos, ni la CEE, ni la OMS, ni la comunidad internacional, tengámoslo claro de una vez. La batalla además, se prevé larga y agotadora al no disponer de una vacuna por el momento.
La urgencia y falta de previsión del contagio, así como la globalización de la pandemia ha hecho que se agotaran todas las existencias de equipos de protección y material sanitario para la lucha contra el Coronavirus. Sin embargo, no fue hasta el salto del Virus a Italia, cuando se encendieron todas las luces de alarma. Mientras se gestionaba en la China, pocos fueron los que creyeron que esto iba a hacer caer los pilares de nuestra economía.
Si primero fueron las mascarillas respiratorias que se agotaron, posteriormente lo han sido buzos desechables, batas de visita, guantes de protección, geles, gafas de seguridad, entre un largo etcétera…
El hecho de que la fabricación mundial de los mismos sea de forma prácticamente exclusiva en el país asiático (otro de los problemas de la globalización actual) y que prohibieran la exportación por su necesidad interna, hizo que los stocks (también los de nuestro almacén lógicamente) se agotaran de forma instantánea a pesar de haber aumentado los mismos desde que se dieron las alertas en prensa. Recordamos que la misma comunidad china de nuestro país, nos solicitaba disponibilidad para realizar envíos a su país, es decir, viajes de ida y vuelta para los equipos de protección más solicitados.
En este momento, nos encontramos en una fase de urgencia en que la producción y logística de los equipos de protección sanitaria se destina a compras centralizadas por parte del gobierno de cada país. La urgencia y necesidad del momento así lo requiere y tardaremos en poder volver a la normalidad. No obstante y a pesar de que hemos colaborado con las distintas administración en lo posible, continuamos en nuestra labor de continuar ofreciendo equipos de protección con la ayuda de nuestros proveedores habituales, así como ropa sanitaria como venimos haciendo en los últimos años. Hacemos constar este detalle, ya que son innumerables los correos electrónicos de dudosa procedencia que nos están llegando continuamente sumándose al mercado de la especulación.
Queremos unirnos a las muestras de agradecimiento para todos los miembros del sector sanitario que están poniendo sus vidas al servicio de nuestra comunidad aportando este documento en el que se aprecia las medidas de protección a las que se sometieron en la China desde el primer momento para mantenerse. Podemos hacernos a la idea de hasta que punto es importante en estos momentos equiparlos como se merecen y, de paso, concienciarnos las condiciones de trabajo en las que tienen que trabajar para atendernos.
Nunca, la protección y nuestra seguridad había sido tan importante. Esperamos que entre todos sepamos valorarlo en lo posible y en el momento que podamos volver a la normalidad, pongamos sobre la mesa que hay recursos con los que no se puede jugar.
